domingo, 19 de mayo de 2013

UNA VISIÓN DE LA RADIO COMUNITARIA EN CUBA


La emisora de la comunidad utiliza el lenguaje de sus pobladores, la palabra va moldeando la mente del escucha usando sus propias frases, estas van y vienen, el comunicador que también vive en el corazón de la familia del barrio se alimenta de los sucesos cotidianos y luego los traslada al escenario radial en forma de crónica, de noticia, de reportaje y de otros géneros. Con virtudes y defectos cuentan una historia singular. La vida de una comunidad o de comunidades de una nación completa como es el caso de Cuba.

En más de una oportunidad hemos escrito y afirmado que la radio hay que defenderla como arte porque tiene la facultad de expresar lo material y lo espiritual del hombre, valiéndose del sonido de la palabra para reflejar y perfeccionar su entorno. Al periodista, el locutor a los hombres y mujeres de la palabra, la Radio los convierte en auténticos líderes y dirigentes, personas capaces de mover la conciencia social hacia proyectos de vida que faciliten el bienestar. Esta virtud se da con mucha facilidad en las emisoras municipales, porque en ellas se forja un profesional más integral a partir del sacrificio, de los pocos recursos técnicos y materiales que posee. Obliga a la versatilidad, doblar y triplicar funciones en la radio municipal, forma parte de la vida cotidiana de estos colectivos. Es allí donde se forja el hombre radio que tanta falta nos hace.